La realidad cambió para todos. Para las empresas, marcas y nuestros consumidores.
El contexto generó que los consumidores sean protagonistas del crecimiento exponencial del comercio digital y las empresas que no lo implementan se vieran obligadas a replantearse su estrategia del negocio.
Entérate por qué es necesario invertir, subirte a la ola y seguir enamorando a tus clientes.
Las industrias como la electrónica y la moda por ejemplo, fueron las grandes ganadoras, sus ventas online se incrementaron, potenciando a la empresa y, llevándola (consciente o inconscientemente) a una verdadera transformación digital.
¿Qué es transformación digital?
Cuando como empresa decidís emprender un proceso de transformación digital estas eligiendo que tu producto y/o servicio se centre en el usuario, adaptándote a las herramientas digitales que utilizan para consumir.
Nuestro propio e-commerce, Mercado libre, instagram, entre otros.
Cuando hablamos de transformación digital en las empresas hablamos de transformar y reinventar, no sólo la estructura organizacional, sino también las relaciones.
Si decido este cambio, debes analizar si tenés las competencias y el equipo necesario para lograrlo exitosamente.
1, 2,3!
Cuando pensamos en transformar digitalmente a nuestra empresa, eso implica al menos tres cosas;
– saber que vamos a transformar la organización: trabajando desde el coaching, soltando paradigmas, enfocándonos en las decisiones y trabajando día a día en nuestra estrategia de negocio
– potenciar a nuestros colaboradores: formándolos, acompañándolos y supervisándolos
– adaptarnos al mundo del consumidor digital: aprender, empatizar y pensar como ellos.
Conocerlos
Es bueno saber que la era digital tiene reglas distintas a las ya conocidas: los consumidores también hemos cambiado, y bienvenido sea este momento.
Ya no queremos hacer largas colas y esperar eternidades por el producto que deseamos.
Compramos con el celular desde nuestro sillón, cama, baño, donde sea, a la hora que sea.
Queremos, (hoy aún más), tener rápidamente lo que compramos, que nos respondan rápido nuestras dudas, que sean amables y claro, que nos atiendan como “reyes”.
Claro que sí, coincido, los consumidores nos hemos vuelto un poquito más exigentes.
Conocemos más, sabemos lo que es bueno y queremos más. Es como lo que nos pasa con el vino.
No nos olvidemos que el consumidor desea, anhela, productos y servicios que sean fáciles y simples de tener en sus manos.
Y con esa misma “facilidad”, critica y evalúa cuando siente que aquello que anhelo, no cumplió con sus expectativas y desde la empresa rompieron la promesa de valor esencial: satisfacer su necesidad.
Ahí es donde comprobamos si nuestra transformación organizacional es efectiva, porque no es solo “abrirnos una página y vender por instagram” sino también, es generar la estructura necesaria y experiencia del cliente de principio a fin.
Porque si transformar?
Desde masvalor trabajamos con nuestros clientes: empresas y emprendedores para que el diseño centrado en el usuario que proponemos sea una gran diferencial de marca.
Nos enfocamos en conocer muy bien a nuestros clientes, sus gustos, su tendencia, por que compra lo que compra, que opina en las redes, en fin, su comportamiento de consumidor.
Si con tu empresa no trabajas con datos, tu competidor lo hará por vos. No lo olvides.
Empresas como Uber o Airbnb eran compañías digitales, que lo “único” que hicieron fue evaluar donde estaba puesto el valor de su competidor para construir valor agregado, basándose justamente, en “eso” que le faltaba.
¿Todo digital para qué?
El objetivo tiene al menos, tres buenas razones:
– Acelerar los procesos organizacionales van a generar en tu empresa mayor motivación en los colaboradores (levante la mano a quien le gusta hacer las cosas como un robotin). POCOS.
– El cambio producirá una mejor percepción, aceptación y atracción comercial para nuestros clientes y usuarios.
– Abriremos un nuevo canal, seguiremos en contacto con nuestros clientes habituales y le damos una cálida bienvenida a los nuevos.
Ya!
Es momento de ser más argentinos que nunca, aprovecharnos al 100% de los recursos digitales, la información accesible, nuestra creatividad y nuestra inteligencia y humildad de darnos cuenta que si no podemos, pidamos ayuda.
Pensar, analizar y hacer. Si analizas y no haces nada, te quedas en el limbo y perdés tiempo y dinero.
Hay qué invertir, pero el impulso que le va a dar a tu empresa no tiene precio.
Como pymes y emprendedores van a poder marcar un diferencial, se encontrarán más cerca del consumidor directo que las grandes empresas, vendiendo en plataformas de ecommerce que son más rentables que tener un local y ver la gente pasando por la puerta.
Las empresas que pasan por este proceso se vuelven más flexibles, adaptativas y sobre todo más medibles.
Y estimados, lo que no se mide no se trabaja.
No desenamores a tus clientes.
Dejemos de esperar que el cliente nos toque la puerta para salir a jugar.
Jugamos?